2ª Jornada


Objetivo Específico: Cultivar las actitudes evangélicas de la empatía, la compasión y la ternura.

ACTIVIDADES 

Cuestionario:
  1. ¿Tienes abuelos? Escribe el nombre de tus abuelos y abuelas, debajo de cada nombre escribe el nombre de su hijo o hija.
  2. Describe a uno de tus abuelos o abuelas.
  3. ¿Tu abuelo o tu abuela se parece al abuelo de Heidi o a la abuela de Clara? Si contestas que si, explica en qué, y si contestas que no, también debes explicar porqué no se parecen.
  4. Qué es lo que más te gusta del abuelo de Heidi.
  5. Explica lo que más te gusta de tu abuela o abuelo.
  6. Busca en esta sopa de letras las cualidades que tenía Heidi:
Amable, trabajadora, cariñosa, servicial, bondadosa
    
   7. Haz el puzzle de Heidi y Clara.  


Leer el cuento: Las arrugas
Era un día soleado de otoño la primera vez que Bárbara se fijó en que el abuelo tenía muchísimas arrugas, no sólo en la cara, sino por todas partes.
- Abuelo, deberías darte la crema de mamá para las arrugas.
El abuelo sonrió, y un montón de arrugas aparecieron en su cara.
- ¿Lo ves? Tienes demasiadas arrugas
- Ya lo sé Bárbara. Es que soy un poco viejo... Pero no quiero perder ni una sola de mis arrugas. Debajo de cada una guardo el recuerdo de algo que aprendí.
A Bárbara se le abrieron los ojos como si hubiera descubierto un tesoro, y así los mantuvo mientras el abuelo le enseñaba la arruga en la que guardaba el día que aprendió que era mejor perdonar que guardar rencor, o aquella otra que decía que escuchar era mejor que hablar, esa otra enorme que mostraba que es más importante dar que recibir o una muy escondida que decía que no había nada mejor que pasar el tiempo con los niños...
Desde aquel día, a Bárbara su abuelo le parecía cada día más guapo, y con cada arruga que aparecía en su rostro, la niña acudía corriendo para ver qué nueva lección había aprendido.
Hasta que en una de aquellas charlas, fue su abuelo quien descubrió una pequeña arruga en el cuello de la niña:
- ¿Y tú? ¿Qué lección guardas ahí?
Bárbara se quedó pensando un momento. Luego sonrió y dijo
- Que no importa lo viejito que llegues a ser abuelo, porque.... ¡te quiero!
Autor .. Pedro Pablo Sacristán 
URL original: http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/las-arrugas

Trabajo en grupos.
En pequeños grupos tenéis que entresacar del texto leído, lo que esconde el abuelo detrás de cada arruga, y explicar de qué manera podemos hacer nosotros igual que hizo el abuelo en su vida.
Tenéis que llegar a un acuerdo sobre lo que debéis trabajar durante este curso para mejorar vuestra sensibilidad como personas y dejarlo escrito en una cartulina en el corcho de la clase, para recordarlo durante el curso.

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